¿Jugamos?

Vamos a jugar. Olvidaos de dormir una noche. Salid a la calle y pasead por la ciudad durante esa madrugada. Contadme todas las personas que habéis visto pernoctando en esos lugares. Ahora, olvidaos de que era un juego: pues más de 400 personas en la ciudad de Valencia sufren esta situación día tras día.
Es muy complicado definir el “sinhogarismo”, “vagabundos”, "sintecho”, “mendigos”…, sin embargo, son algunas de las palabras con las que muchos se identifican. Aquellos que terminan viviendo en la calle son víctimas de una suma de factores entre los que destacan los problemas familiares, personales y laborales, entre otras. Enviudamiento, paro o la adicción a las drogas son tan solo algunos de los muchos ejemplos que podemos nombrar.

Las calles están llenas de personas que no han tenido otro remedio que convertirlas en su “hogar”. En la puerta de un supermercado situado en un lugar céntrico, pide comida Juan, el nombre ficticio de un hombre que es de Marruecos y que, tras trabajar durante 21 años, perdió su empleo. En la actualidad no cobra ninguna ayuda o prestación, pero sí asume lo que le ha tocado vivir. “En la calle no tengo amigos, no hablo con nadie”. Es evidente que los medios de comunicación cada vez se implican menos para dar voz a estas personas, pero...al menos, hay organizaciones sin ánimo de lucro que se preocupan por integrarlos en la sociedad.

Y ahora, de tener una vida normal pasar a no tener nada...¿os parece justo?

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